sábado, 17 de mayo de 2008

TE PROPONEMOS UN MAGNIFICO PASEO

RECORRIDO 1: DE EL TORNADIZO A SAN MIGUEL DE VALERO

Nos situamos en nuestro pueblo, al lado de la Iglesia, con una impresionante vista de gran parte de la Comarca y como fondo, la Sierra de Béjar.
El recorrido tiene una distancia de 3,1 Km. Cercano a la Iglesia de San Gabriel, está el panel indicativo, desde donde partiremos.
Seguiremos unos metros por la carretera que une el pueblo con la vecina localidad de San Miguel de Valero.
Llegaremos a la altura de una característica piedra de donde mana agua, desde donde parte el camino señalizado a nuestra derecha, que tomaremos adentrándonos en un robledal joven, entre paredes tradicionales y paisajes que permanecen impasibles al transcurrir del tiempo.
Alcanzaremos la cima de monte de robles, y seguiremos el camino hasta llegar a una pista de tierra, más amplia, que nos lleva bajando unos pocos metros, hacia la izquierda para encontrar de nuevo un desvío a la derecha que nos devolverá al camino tradicional entre El Tornadizo y San Miguel.
Este camino se encuentra flanqueado por explotaciones agrícolas y ganaderas entre con sotos y robledales, castaños y pinares.

Los espacios agroforestales mixtos son característicos de La Sierra, con cambios en la ordenación y tamaño de las parcelas, en los cultivos, y en los aprovechamientos del medio, con una cabaña ganadera basada principalmente en el pastoreo de forma extensiva.

A lo largo del camino podremos observar afloraciones graníticas que aportan variedad de formas y cobijo a especies de flora y fauna característica de estos roquedales.

La variedad de ecosistemas y suelos ha permitido diferentes cultivos y actividades humanas a lo largo del tiempo, algunas de ellas desaparecidas como explotación, como el cultivo de la fresa, que tanta importancia tuvo hace algunas décadas. Otras actividades están vinculadas a los oficios tradicionales, como la apicultura en plena vigencia y expansión.

El camino termina después de unos pilones para el ganado, desembocando en la carretera que une ambos pueblos, donde nos encontraremos a la izquierda el roble de los mozos, impresionante quejigo. La presencia de esta especie de roble es síntoma de encontrarnos también en la zona de transición a un clima más templado, donde es significativa la confluencia y convivencia de especies características de clima mediterráneo y de clima atlántico junto al aumento del cultivo de viñedo, como así lo atestigua una antigua lagareta cerca del camino.

Después de unos metros por esta carretera local, veremos el pueblo de San Miguel de Valero, cuyo mayor interés radica en la sierra Quilama, el gran arco característico de entrada al pueblo, perteneciente a la antigua Ermita de Santa Maria de la Cabeza, y la Iglesia de San Miguel con su característico empedrado en la entrada.